Por: Hugo Guzmán. Secretario 8ª. CBS.-
La inteligencia, sabiduría y sentido práctico de los fundadores de la Institución bomberil, llevaron a estructurar la organicidad del Cuerpo de Bomberos en dos grandes ámbitos para la materialización de su gestión y acción. Las áreas administrativa y ejecutiva.
De esa forma se concebía una metodología de labor efectiva y colegiada. En ambas se sustentaba la fortaleza institucional para la administración y la ejecución. Es decir, el desarrollo interno y el servicio externo.
Una integralidad en la gestión, en la metodología y en la acción bomberil, que perdura hasta el Siglo XXI como demostración fehaciente de su efectividad.
Integralidad que debe irradiar a los Bomberos. Para decirlo pronto, un Bombero debe asimilar la importancia de lo administrativo y lo ejecutivo y, en el mejor de los casos, ser en su individualidad de servicio, una buena síntesis de ambas cuestiones. Es decir, tener nociones y dominio de las áreas administrativa y ejecutiva. Así se concibe un Bombero integral.
Grandes y buenos Oficiales ocuparon los cargos de Director y Capitán, de Superintendente y Comandante, siendo ejemplo de integralidad en el servicio y en el fortalecimiento institucional.
Por ello no debería perderse de vista que en todo el proceso de formación y adoctrinamiento del Bombero, deben estar presentes los conocimientos y prácticas de los ámbitos de la administración y lo ejecutivo. Un Bombero integral puede ser Secretario o Teniente, y aspirar a ocupar un lugar en el alto mando institucional en cualquiera de las áreas.
Ello no obstruye las inclinaciones naturales o profesionales. Pero ojalá que ellas no atenten contra el sentido de integralidad. Porque cuando aquello ocurre, se tiende a subestimar o desacreditar un ámbito de la labor bomberil, rompiendo la integralidad de su organicidad y lo que es peor, el sentido colegiado y coordinado, pretendiendo desmerecer algunas labores internas y del servicio.
Los ejemplos son elocuentes: un Bombero puede aspirar al mejor material para atender las emergencias y formarse para su uso, pero si no hay una buena administración y gestión para aquello, los recursos y condiciones nunca estarán disponibles y el material no llegará. A la inversa, se puede tener una magnífica gestión pero si la operación es débil o falla, de nada servirá el recurso y la labor administrativa.
La clara y precisa visión de los Fundadores dio con una modalidad ya centenaria de organización y gestión que permite el desarrollo y servicio en un alto nivel profesional de los bomberos.
Se trata de una labor integral, redonda, armoniosa, coordinada, colegiada, equilibrada. Razones de sobra para preservarla y reforzarla. En ello, son fundamentales los bomberos integrales, completos, profesionales.-