Por: Daniel Alarcón P. Consejero Disciplina. 8ª CBS.
El 30 de diciembre del 2012 se realizó un homenaje a los Octavinos Insignes, señores Manuel Rodríguez, Ramón Fernández y Benjamín Concha. En la ocasión, hizo uso de la palabra el entonces Capitán de la Compañía, Daniel Alarcón. El siguiente es el texto:
Estimados familiares, Oficiales, Voluntarios, Voluntarias y Brigada Juvenil de nuestra querida Octava Compañía;
Hoy, día de nuestro aniversario N° 149, en donde comenzamos el ciclo de espera para nuestro 150 aniversario como Compañía Fundadora de nuestra Institución, el Cuerpo de Bomberos de Santiago, nos reunimos en este sector del Cuartel para rendir un homenaje a tres grandes y brillantes Voluntarios que pertenecieron a nuestras filas y hoy se encuentran juntos en el cuartel celestial, observando desde allá nuestro diario devenir.
Me refiero a don Manuel Rodríguez Hernández (Q.E.P.D), a Don Ramón Fernández Valls (Q.E.P.D) y a Don Benjamín Concha Larenas (Q.E.P.D). Juntos los tres se entregaron con abnegada dedicación por hacer a nuestra Compañía cada día más grande y siempre respetada por nuestras otras compañías hermanas.
Me referiré brevemente y trataré de describir a cada uno de ellos dando cumplimiento también al acuerdo presentado y aprobado en Sesión de Compañía, el cual establece que en la Sala de Oficiales, ya denominada «Capitán Manuel Rodríguez Hernández», se instale y se exhiba para siempre un retrato del gran Capitán, así mismo las dependencias de la Secretaría y Tesorería pasen a denominarse con los nombres
de esos grandes Voluntarios y brillantes Directores de la Compañía que fueron Don Ramón Fernández Valls y Don Benjamín Concha Larenas. Además de exhibir también para siempre en el interior de
cada una de estas dependencias y en un lugar destacado una imagen de cada uno de ellos (retrato o fotografía) como reconocimiento permanente e imperecedero y para conocimiento de las nuevas y futuras generaciones de octavinos y octavinas.-
I Don Manuel Rodríguez Hernández «El gran Capitán».
Ingresó a nuestras filas con fecha 14 de Enero de 1948, después de haber pertenecido, como otros grandes octavinos a las filas de la Séptima Compañía de Bomberos de Santiago. Por espacio de 6 años y 15 días, al poco tiempo de haber ingresado a nuestras filas, se destaca por sus dotes de mando, ocupando por varios años cargos de Teniente 3°, 2° y 1° hasta alcanzar la capitanía, la cual sirvió abnegada y brillantemente por más de 15 años; es el Voluntario de la Octava que más años ha servido el cargo de Capitán.
Su Hoja de Servicios es una de las más brillantes que se han visto en la Compañía y la Institución, un verdadero educador y formador de generaciones de octavinos. En mi caso personal, él fue mi primer Capitán, me recibió en este querido Cuartel hace ya más de 40 años y nunca ha dejado ni dejará de ser «mi Capitán». Él me explicó y detalló lo que significaba ser bombero voluntario; el sacrificio, el espíritu y la abnegación con que había que abrazar esta causa en servicio de los demás, la lealtad recíproca, la verdadera amistad, la camaradería entre sus miembros, tanto de nuestra Compañía como de las demás, su eterna sonrisa a flor de labios, conquistó innumerables amigos en la Institución toda y el cariño de sus compañeros de Compañía. Con modestia, sinceridad y preclaros juicios, admitió a la juventud bomberil y el reconocimiento de los que llevaban varios años vistiendo esta guerrera que hoy lucimos con orgullo. Fue el primer Capitán de Guardia del Cuerpo; por su antigüedad como tal y gran conocimiento de las labores
bomberiles.
En su vida personal, fue un destacado funcionario de las entonces E.A.P., Empresa de Agua Potable de Santiago, donde escaló uno a uno los cargos con que le fueron distinguiendo, hasta su jubilación. Supo conformar a una familia muy querida por él, junto a su esposa y sus cuatro hijas. Aprobó su premio por 50 años de servicio con 4 mil 349 listas sobrantes pasando a ser Miembro Honorario de la Institución;
figuró en el Cuadro de Honor del Cuerpo y de la Compañía los años 50, 53, 54, 55 y 63, obteniendo la Medalla del Cuadro de Honor por asistencia de nuestra Institución. En febrero de 1958, fue distinguido
con la calidad de Voluntario Honorario.
Falleció para pena y dolor de su familia y la consternación de todos los que fuimos sus camaradas de fila, el 18 de Enero de 1993. Sirvió al Cuerpo y a nuestra Compañía por espacio de 52 años.
II Don Ramón Fernández Valls.
Don Ramón fue otro gran Voluntario de esta generación brillante de bomberos de la Octava, ingresando a nuestras filas el 17 de marzo de 1954. Habiéndola servido por espacio de 42 años, 7 meses y 20 días, hasta el día de su lamentable fallecimiento el 13 de Junio de 2001. Durante su vida bomberil destacó rápidamente entre sus pares ocupando cargos en diferentes años, como Secretario, Consejero de Disciplina, Teniente 3°, Capitán y Director de nuestra Octava por espacio de 6 años. Figuró en el Cuadro de Honor de la asistencia institucional y de la Compañía los años 1955 y 1956, obteniendo la preciada Medalla de Plata por asistencia en el Cuerpo de Bomberos de Santiago.
En su vida personal fue destacado comerciante, alcanzando cargos importantes en la Confederación de Comerciantes Establecidos y Detallistas, también gran deportista ligado al futbol profesional y a su querido «Magallanes» donde fue su presidente y en la ex Asociación Central de Fútbol, su tesorero general y miembro del comité de disciplina, presidente y fundador del Rotary Club «Huelen», el cual tenía su sede en nuestro Cuartel por varios años. En la Compañía continúa sus pasos su hijo Ramón Fernández de la Fuente, Voluntario Honorario y actual Consejero de Disciplina.
Como destacado comerciante con sus locales «La ciudad Condal» y «La Africana» en la calle Esmeralda, a metros de nuestro Cuartel, mantenía siempre a don Ramón frecuentemente almorzando en la Octava, y conformando ese equipo famoso del dominó, junto a otros grandes octavinos como Kaimalis, Salas, Castillo, Abdul Malak, Child, Magaña, Vera y otros tantos que se me pueden haber quedado en el tintero.
En mi caso personal, como el de otros tantos octavinos, don Ramón significó un ejemplo de vida como bombero y como persona. Cuantos octavinos jóvenes y antiguos de esos tiempos compramos nuestro primer terno para asistir a nuestro primer 8 del 8 o aniversario de la Compañía en «La Africana» o cuando ya formamos nuestra familia y armamos nuestro hogar y lo alhajamos con mueblería y línea blanca de su negocio, con el crédito especial que él tenía para sus octavinos. Gran cooperador para todos los eventos y compromisos que la Compañía necesitara representar.
Nos dejó prematuramente con la pena y consternación de su familia y todos los octavinos que tuvimos el gusto, la satisfacción y la alegría de haber podido tener el privilegio de conocerlo y departir por largos años junto a él.
III Don Benjamín Concha Larenas.
Don Benjamín, al igual que los otros dos Voluntarios a los que me he referido con anterioridad, fue otro brillante y gran octavino que ingresó a nuestras filas un día 13 de Julio de 1951, incorporándose de lleno a las actividades de la Compañía con voluntad y entrega. Siempre destacó por sus dotes administrativos pero sin dejar de lado el servicio activo, ya que fue Maquinista los años 59, 61 y 62; fue uno de los Voluntarios que más sirvió el cargo de Tesorero de Compañía entre los años 66 al 88, en que es elegido Director (89- 90-91) donde cumple brillantemente este alto cargo, hasta el día de su repentino fallecimiento el 20 de mayo de 1991 y que lo sorprende ejerciendo el cargo de Director. Entre sus obras como Director se puede destacar la primera campaña económica del sobre que se le autorizó a la Compañía el año 89 por gestión de él ante la Superintendencia de esos tiempos, cuyos resultados le permitieron a la Compañía efectuar adelantos en su infraestructura que hasta el día de hoy se pueden ver en nuestro Cuartel.
Gestor e impulsor principal para la realización definitiva del canje con la Octava Compañía de Bomberos de Valparaíso «Zapadores Franco Chilenos».
De los tres años que alcanzó a ser Director, interrumpidos lamentablemente por su fallecimiento, tuve el honor de compartir sus penas, alegrías y desvelos por hacernos cada día más grandes, como su Capitán los años 89 y 90.
En su vida familiar y profesional fue un destacado Contador Auditor, desempeñándose como gerente de finanzas del colegio «Saint Gabriel School» hasta el día de su fallecimiento, teniendo también una gran cartera de clientes a quienes llevaba la contabilidad de sus negocios en forma particular.
Familiares, octavinos y octavinas:
He tratado en estos pocos minutos de destacar las virtudes como personas, bomberos y por sobre todo como octavinos, de estos tres grandes hombres que se destacaron entre nosotros y que hoy recordamos, los que con justicia quedarán para siempre y, desde hoy, sus nombres en estas dependencias de nuestro Cuartel, al cual amaron y cuidaron mas allá de los esfuerzos normales que un ser humano puede realizar y preocupándose siempre de engrandecer y cumplir con nuestro venerado símbolo y lema octavino de que » La Unión es Fuerza».
Muchas Gracias.-
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