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Cuerpo de Bomberos de Santiago

OCTAVA COMPAÑÍA

La Unión es Fuerza

Introducción

 

Solicitud de Ingreso

Solicitud de Ingreso                           : 9 de octubre 1913

Fecha de presentación                      : 11 de octubre 1913

Estado civil                                         : Viudo

Edad                                                   : 39 años

Profesión                                           : Cortador Sastre

Domicilio                                           : General Jofré 303

Patrocinante                                      : Julio Olguín / Salvador Vicuña

Puesta en bitácora                            : no se consigna

Firma Director                                   : Luis Reyes Arancibia

Firma secretario                                : no se consigna

Aceptada en sesión del                     : 22 de octubre 1913

Historia de un Mártir

Antenoche a las 4 ha fallecido en esta capital, el voluntario de la 8va Compañía de Bomberos don Enrique Fredes Zúñiga, víctima de las graves heridas y quemaduras que recibiera en el ultimo incendio ocurrido en la madrugada del presente en la calle de San Diego. El Sr. Fredes en unión de los voluntarios de la misma Compañía Señores Miguel Gonzalez y Emiliano Lopez, trabajan en un techo al interior de la casa incendiada, cuando repentinamente cedió un tabique, se hundió el techo y arrastro consigo a los denodados voluntarios. Los señores Lopez y Gonzalez más afortunados que sus compañeros, solo recibieron algunas contusiones de carácter leve, no así el señor Fredes, que momentos después era extraído de entre los escombros con gravísimas heridas y horribles quemaduras que desde los primeros instantes obligaron a los facultativos que lo asistieron á diagnosticar un desenlace fatal. El Sr. Fredes, aunque ingresando a la 8va Compañía, solo hacia dos años, no obstante, era un meritorio servidor de la institución, pues en 1901 organizo la 1ra Compañía de Bomberos en Marilun (Actual Victoria), siendo su primer Capitán. En 1903, pasaba a la 1ra, Compañía de Bomberos de Linares en la que sirvió hasta fines de 1908 y en la cual en distintas ocasiones los cargos de Secretario y miembro del Consejo de Diciplina. De sus funerales, que revestirían gran solemnidad, asistiendo todo el Cuerpo con su material enlutado, por tratarse de un Bombero muerto en acto del servicio, se hizo cargo la superioridad del Cuerpo. Impuesto el Superintendente del fallecimiento del voluntario señor Fredes, inmediatamente ordeno que se citara al Directorio a sesión extraordinaria con el objeto de acordar los honores que le corresponden á un voluntario fallecido en servicio.

La sesión se efectuó a las 6 de la tarde de ayer, presidida por el señor Superintendente don Luis Claro Solar. Vice-Superintendente don Eduardo Guerrero Vergara y, con asistencia de todos los señores Directores, Miembros Honorarios, Capitanes de Compañía numerosos voluntarios. El señor Claro Solar, anuncia el fallecimiento del voluntario de la 8va Compañía de Bomberos, don Enrique Fredes, por cuyo motivo ha citado al Directorio para que resuelva los honores que se deben tributar a este abnegado bombero que falleció en acto del servicio. El señor Comandante doctor Carlos Ugarte, da una Explicación al Directorio, de los hechos que produjeron la desgracia del voluntario señor Fredes.

El Director de la 8va señor don Luis Reyes por si y á nombrar de los voluntarios de la Compañía doliente, lamenta, cual, mas, la desaparición de este servidor de la propiedad ajena.

 Se toman los acuerdos de rigor en estos casos, los que no se transcriben. Antes de levantarse la sesión, el señor Comandante, hizo dar lectura a la siguiente carta recibida en esos instantes.

 Santiago, Julio 5 de 1915

Señor don Carlos Ugarte.

Comandante del Cuerpo de Bomberos.

Mi estimado Comandante.

               Profundamente impresionado por la perdida que ha sufrido el Cuerpo a causas del fallecimiento en acto del servicio del voluntario de la 8va Enrique Fredes, me permito dar a usted y a los demás compañeros del Cuerpo, mi pésame más sincero, rogándole a usted excusarme individualice atribuyéndolo al natural pesar que causa en un viejo voluntario, ver desaparecer de las filas a un hombre joven y que debía ser bueno, porque era bombero. Pero junto con llorar por el muerto es una obligación social llorar por los vivos, y como tengo entendido que el compañero Fredes deja una familia en la orfandad, me permito incluirle un cheque por cien pesos, que ruego a usted destinarla a la suscripción que, no dudo se abrirá inmediatamente en Santiago, a favor de la familia de un hombre que rindió la vida para servirnos, pobres y ricos, sin mas divisa que el cumplimiento de un deber que se impuso voluntariamente. Habría sido mi deseo que esta suscripción fuera mayor es decir, digna del objeto á que va destinada, pero las circunstancias actuales me obligan a limitarla á una suma muy modesta, pero que es dada de corazón.

               Queda a sus órdenes de US. Su Afmo. Amigo y seguro servidor

Guillermo Swinburn. 

 En la noche, a las nueve y en conformidad al acuerdo del Directorio, fueron trasladado los restos del señor Fredes, desde el hospital de San Juan de Dios, al Salón de Honor del Cuerpo de Bomberos. El cadáver fue conducido en el carro fúnebre del Cuerpo, que iba rodeado de los voluntarios compañeros del extinto, con hachones encendidos. El trayecto se hizo por la Alameda, San Antonio y Santo Domingo. En el Salón de Honor de Sesiones del Directorio fue colocado el cadáver en una severa Capilla Ardiente”

 En la presencia de una numerosa concurrencia, se efectuaron solemnemente ayer los funerales del malogrado voluntario de la 8va Compañía de Bomberos, don Enrique Fredes Zúñiga… A las tres y media de la tarde llegaron las Compañías con su material y se formaban en los costados de la Plaza de Arma. Mientras tantos, el Salón de Honor del Directorio, donde se había formado la Capilla Ardiente, era visitando por las delegaciones del Cuerpo de Bomberos de San Fernando, de los Andes y otras ciudades. Poco antes de las cuatro de la tarde, fue sacada la urna mortuoria por el Superintendente, el señor primer Alcalde, el Comandante del Cuerpo, el Director de la 8va, Compañía doliente, y dos Directores más. Trasladado a la carroza fúnebre del Cuerpo, se puso en marcha el cortejo. En esos instantes, la campana del Cuartel General tocada a duelo. A la cabeza se coloco la banda del Regimiento de Carabineros. El cortejo siguió en dirección al Mausoleo de la institución donde fueron sepultados los restos del señor Fredes en el nicho N°162. En ese momento usaron la palabra los señores Superintendente don Luis Claro Solar; Director de la 8va don Luis Reyes y Secretario de la misma don Guillermo Smith.

Expreso el Sr Superintendente don Luis Claro Solar:

               “Compañeros

               Ha caído victima de su abnegación y en el puesto que le señalara el deber, el voluntario de la 8va. Compañía don Enrique Fredes.

               Viene él a formar en la fila ya larga de mártires que aseguran con su noble ejemplo vida perdurable a esta institución, nacida de la lagrimas del dolor y de la desesperación y que mantiene y que mantienen viva y cada día mas vigorosa los anhelos purísimos de desinterés y de sacrificio que distinguen a nuestra entusiasta juventud.

               De los primeros en acudir á la señal de alarma, en la madrugada del viernes último, el voluntario Fredes trabaja con dos de sus compañeros sobre un techo que había recibido orden de descubrir para atacar el fuego. Un tabique se desploma sobre ellos el techo cede y los arrastra entre las llamas.

               Se creyó en un principio que las quemaduras y heridas recibidas por los tres denodados voluntarios eran leves pero Fredes, menos afortunados que sus compañeros, resulto con una grave contusión que ha tenido el desenlace fatal que deploraremos.

               Joven y vigoroso nos abandona en la plenitud de la vida y cuando creíamos poder contar por mucho tiempo con sus desinteresados y eficaces servicios. Pero ha muerto como los valientes al frente del enemigo; y su recuerdo, guardado con religioso respeto estimulará a sus compañeros señalándolo el camino del sacrificio, que es el camino de la gloria.

El Secretario don Guillermo Smith despidió los restos a nombre de la compañía con las siguientes palabras.

               “Señor Superintendente, señor Comandante, compañero.

               Enrique Fredes Zúñiga, voluntario de la 8va Compañía, ha muerto ayer, pero también ayer ha nacido inmortal Enrique Fredes Zúñiga, nuevo héroe y mártir de Cuerpo de Bombero de Santiago.

               Joven, Alegre, lleno de vida y de fe en el porvenir, llegó hace poco en demanda de un puesto de trabajo en nuestras filas, trayendo como honroso bagaje bomberil magnificas hojas de servicios anteriores de los Cuerpo de Bomberos de Linares y Mariluan, del último de los cuales fue uno de sus fundadores y su primer Capitán.

               Desde los primeros momentos se reveló en el al magnifico voluntario y le vimos siempre risueño y tesorero reclamar para si los puestos de mayor trabajo y peligro.

               Esa misma noche del 2 del presente, al primer toque de alarma llegó hasta nuestro Cuartel y en el carro del material fue el primero de la 8va que llego al sitio del incendio y él fue también el que colocara la primera escala.

               ¡Insondables misterioso del destino! El por su propia mano preparaba su sacrificio.

               Llego el primero y quiso ser también el ultimo en retirarse. Se había dado la orden de recoger el material, pues se consideraba ya todo peligroso conjurado; pero el Ángel de la Gloria y del Martirio batía ahí sus alas y entre los demás buscaba a su predilecto.

               Fredes, ve que aún hay fuego que puede ser un peligro para más tarde y reclama de su jefe el permiso de concluir la tarea; se le otorga, y sonriente, despreciado el cansancio y la fatiga, vuelve á reanudar su trabajo en unión de los voluntarios Miguel González y Emiliano López.

               Empuñando vigorosamente el hacha, Fedres continua su labor y da algunos golpes más… repentinamente sobreviviente un ruido sordo, aterrante surge un vivo resplandor de claridad… ¡Es la tumba de un mártir que se abre, con los claros destellos de la gloria! Es el martirio del Héroe que se consuma.

        En un segundo piso, un muro se ha derrumbado y en su caída arrastra a esos tres hombres que ofrendaban su propia vida por salvar intereses ajenos. De entre los escombros logran salir, aunque contusos, los voluntarios González y López, desorientados aturdidos por el golpe: pero recuerdan que eran tres los que bajaban, faltaba por consiguiente uno, se le busca, remueven las ruinas y entre ellas se encuentra a Fredes, moribundo, ensangrentado ha sufrido por algunos momentos los tormentos del fuego, pero aun vivo y aun empuñando nerviosamente el hacha. Sus heridas y quemaduras son graves y el primer diagnostico fue fatal. Pero esa naturaleza robusta reacciona y aun sobrevive dos días a su martirio, termina este ayer y sólo entonces se conoce y se hace público el sacrificio de este compañero modesto pero meritorio y que, desde hoy, para honra de esta institución, vuelve a la mansión de los inmortales a pasar lista de los mártires junto a Tenderini. Ossa, Ramírez, Thompson, Glaziri, Grunelwald y Rojas. Como ellos ofrendo su vida en bien de sus semejantes y como ellos ha escrito una pagina mas de gloria en la ya por demás gloria historia del Cuerpo de Bomberos de Santiago.

               En estos dolorosos sacrificios son estériles señores, porque son la cimiente vivificada de esta colectividad que, esencialmente demócrata, bajo la humilde cotona del bombero, cobija y confunde en sus filas y en su diciplina a miembros de todas las jerarquías y clases sociales.

Qué triste y doloroso es para nosotros sus compañeros de la 8va venir a este camposanto a depositar y dejar para siempre los restos del malogrado camarada, los que ayer oíamos sus risas francas y escuchamos los sollozos de una viuda y seis huérfanos, hijos que perdieron en el al padre cariñoso, al objetivo de sus afecciones y el diario sustento. Que cruel y amargar es la ley de destino que privará al huérfano de ocho meses del ser querido cuyo nombre será la primera palabra que balbucearán sus inocentes labios.

               Compañero Fredes: antes que tus mortales despojos sean ocultados para siempre a nuestra vista, escucha desde la mansión gloriosa en que ya moras el adiós que te envían tus compañeros y contempla en estos momentos a este puñado de hombres que forman la 8va con el pecho oprimido por los crueles sollozos del dolor que les causa tu muerte y con los ojos preñados con la más amarga lagrimas lloran tu infortunio, y acepta, querido compañero, como humilde y ultimo tributo de muestras admiración y cariño, la promesa que hacemos de guardar perdurablemente vivo y venerado tu nombre y tu recuerdo, y perdona, si egoístas solo queremos despojarnos de una parte de su gloria en beneficio, del cuerpo conservado la mayor parte para esta compañía que tuvo la suerte de contarte entre los suyos.

               Señores: ante esta tumba tan prematura y trágicamente abierta, inclinémonos reverentes y ante el elocuente silencio de la muerte, olvidemos un instante nuestra preocupación mundanal y elevemos al Omnipotente una plegaria de demencia para el espíritu del mártir y clemencia para los huérfanos del héroe.

¡Compañero Fredes adiós!

Discurso fueron tomados del “Diario Ilustrado”

(De fecha 7 de julio 1915)

 Un hombre más a la lista de los bomberos caídos en cumplimiento del deber habría de ser agregado el año 1915. En el incendio ocurrido en la madrugada del día 2 de julio de dicho año, en la primera cuadra de la calle San Diego, el voluntario de la 8va Compañía don Enrique Fredes Zúñiga, en momentos en que trabajaba con mayor decisión, recibió heridas de tal gravedad, que falleciera a causas de ellas el día 04 del mismo mes.

 La muerte sorprendió al voluntario Fredes en la plenitud de la vida y arrebataba a un hombre de trabajo, un obrero: sumaria a los suyos en completa indigencia y privada al Cuerpo de un elemento entusiasta y abnegado que había vestido la cotona después de haber servido a otras instituciones bomberiles de la República.

 Llevaba Fredes en su alma el sentido de la abnegación y del altruismo, y para darle expresión había ofrecido su concurso de hombre fuerte a las instituciones en que se exige sacrificio y hasta renunciamiento de la vida, al objeto de llenar la tarea señalada a los cuerpos de bomberos voluntarios. Y todo lo sacrificó en aras de ese sentido, sin reservas, sin pensar en nada que fuera la satisfacción de darse a sí mismo la sensación del deber complicado.

 Bello ejemplo de un hombre abnegado en una época de egoísmo e incomprensiones

Hoja de servicio

1°. Compañía de Bomberos

Zapadores Mariluan

Fecha ingreso                                                               : 13 de Enero de 1901

Renuncia                                                                        : 29 de Julio 1903

Cargo desempeñado                                                   : Capitán desde 13 de Enero de 1901 hasta el 28 de febrero de 1902. Teniente 1°desde el 6 de Marzo de 1902 hasta la fecha de su renuncia.

Victoria, 15 de Abril 1913

Hoja de servicio 1°, Compañía de Bombero de Linares,

“Hachas Ganchos y Escaleras”

Fecha ingreso                                                               : 30 de Julio de 1903

Renuncia                                                                        : 16 de Agosto de 1907

Cargos ocupados                                                         : Miembro del Consejo de Diciplina 10 de Octubre de 1903 -1904 Secretario 1904-1906.

Linares 6 de Octubre de 1913

La Unión es Fuerza

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