Octava Compañía de Bomberos de Santiago – Sábado 3 de mayo, 2025

A las cinco de la tarde, bajo una luz limpia y sin apuro, comenzó una escena que se repite cada año y que, sin embargo, nunca es la misma. La cancha ya estaba lista desde la noche anterior, preparada con precisión por manos conocidas. La bandera flameaba. El gallardete estaba en su lugar. El estandarte, firme. Y en la mirada de los presentes —jóvenes y veteranos— se notaba lo mismo de siempre: respeto, nervios y una porción justa de orgullo.

Así se dio inicio a una nueva edición de la competencia interna Francisco Hayes Cole, tradición que desde 1970 enfrenta, en camaradería y técnica, a dos generaciones de bomberos: los activos y los honorarios.

Una cancha que también se construye con memoria

El viernes 2 de mayo a las 18:00 horas, como es costumbre, voluntarios de distintas generaciones se reunieron para el armado de cancha. No era una tarea menor. El montaje es parte esencial de este ritual: se prepara no solo el terreno, sino también el ánimo colectivo. Entre herramientas, bromas y ajustes técnicos, se afina algo más profundo: el espíritu de comunidad.

Dos generaciones en movimiento
Primero fue el turno de los voluntarios honorarios. A paso firme, con la experiencia como guía, ejecutaron un recorrido sobrio, limpio y eficaz. Su tiempo total fue de 8 minutos y 34 segundos, sin registrar faltas. El aplauso fue inmediato.

Luego ingresaron a la cancha los voluntarios activos, quienes realizaron un recorrido ágil y potente, con un tiempo en cancha de 5 minutos y 33 segundos. Y cuando todo parecía decantar en un triunfo de los Voluntarios Activos….los jueces detectaron durante la ejecución que se registró una maniobra fuera del reglamento. Por lo que a pesar de la velocidad y de la posibilidad de por fin, ganar, después de años de victorias de los Honorarios, el equipo fue descalificado.

Con esto, el resultado fue claro: la victoria quedó en manos del equipo de honorarios, un año más.
Pero más que un triunfo, fue una enseñanza. Porque esta competencia, más que definir ganadores, sirve para transmitir el oficio y la importancia de la sabiduría en momentos decisivos. Así, quedó demostrado que la templanza, la lectura del entorno y la precisión —cultivadas con los años— también compiten. Y ganan torneos!

Equipo Voluntarios Honorarios

Julio Bravo (Capitán Equipo)

Jorge Ortiz

Macarena Fouilloux

Benjamín Bravo

Carlos Gaete

Jorge Salazar

Juan Barrios

Cristóbal Valdés

Oscar Gumera

Sergio Cuevas

Jorge Carmona

Luis Cabrera

Ramón Fernández

Cristian Núñez

Rosario Yáñez

Jeanette Valdivieso

Equipo Voluntarios Activos

Marcos Pacheco (Capitán Equipo)

Fernando Torres

Carlos Rivera

Gabriel Pujol

Francisco Catalán

Daniel Cares

Jorge Montanares

Sebastián Saavedra

Alejandro Montero

Jaime Vidal

Raúl Castro

Martín Abadía

Benjamín Catalán

Simón Arcos

Álvaro Betancur

Carlos Llanos

Una competencia que enseña tanto como une.

La competencia Francisco Hayes Cole no es un simple ejercicio técnico. Es una ceremonia donde se transmite el legado, se prueba el temple y se renueva el vínculo entre generaciones. Para los más jóvenes, representa una escuela viva; para los más experimentados, una forma de seguir sirviendo desde la sabiduría. Ese equilibrio —de fuerza y experiencia, de ímpetu y prudencia— es el verdadero trofeo que la Octava celebra.

Agradecimientos
Esta jornada no habría sido posible sin el apoyo y presencia de quienes actuaron como jueces, garantizando el correcto desarrollo de la competencia con profesionalismo y compromiso. La Octava Compañía agradece especialmente a:

Capitán de la 12ª Compañía, Sr. Álvaro Inostroza Araneda

Capitán de la 16ª Compañía, Sr. Eugenio Lagos Astorga

Capitán de la 4ª Compañía de Quinta Normal, Sr. Yan Lai Aránguiz Lo

Gracias por acompañarnos en este acto que no solo pone a prueba la técnica, sino también el corazón de nuestra Compañía.