Cuento de un soñador

“Cuenta la historia de un humilde servidor que tan
solo con su toalla en cuello, a pulso y baldes,
apagó esas llamas, salvando a quien más lo
necesitó. Ese día la viga en llamas no dudó y calló
a quien sin escudo protector durmió. Ese humilde
servidor un día soñó que sus futuras generaciones
vivirían algo diferente, pero con la misma pasión.
Soñó que existirían personas de buen corazón, dispuestas a ayudar a quien lo necesitase sin pedir nada a cambio. 

Soñó que esas personas tendrían equipos fuera de lo imaginable que les permitirían ser superhéroes entre las llamas y que los protegerían del fuego abrasador.
Soñó que esas personas tendrían pulmones de acero para ingresar entre las llamas, donde el deber los llamará a salvar vidas o bienes.
Soñó que esas personas tendrían grandes naves con luces llamativas que los trasladarían donde haya un dolor que aminorar, donde surja una llama abrasadora y donde deban con el hacha trabajar.
Soñó que esas personas podrían llegar a un templo de sabiduría y enseñanza donde el aprender salvaría vidas, y combatiría siniestros y emergencias incluso no conocidas por algunos.
Soñó que alguien abriría las puertas a aprender con el sagrado deber de servir, y que comenzaría a construir un castillo donde esas personas pudiesen aprender del más noble trabajo con abnegación y disciplina.
Hoy despertó después de 32 años… las puertas se encontraban abiertas, el castillo construido, un camino forjado y cimientos más sólidos que día a día fueron, van y continuarán en la historia.
Hoy despertó siendo un noble caballero del fuego al cual le llamaron Bombero, y a su lado un templo de sabiduría y hogar llamado Academia Nacional de Bomberos encontró.
Sin saber lo que era… es y será siempre un bombero.”

Francisca Jovanovic Gómez
Cuerpo de Bomberos de San Bernardo

Este pasado 30 de Junio, se celebró una nueva conmemoración del Día del Bombero en Chile. Y que mejor manera de recordarlo que iniciar este artículo con uno de los cuentos ganadores del Libro de Cuentos de Bomberos de la ANB publicado el año 2020 y que resume en sus páginas, las memorias, ideas, vivencias, anécdotas e historias de decenas de bomberos a lo largo de Chile. Literalmente desde Arica a Punta Arenas.  Y es que el compromiso de miles de hombres y mujeres que conforman Bomberos de Chile, no conoce de distancias, credos o género, durante estos más de 173 años de vida y de ininterrumpida labor de servicio a la comunidad.

Por ello, como todos los años, nuestra compañía, desfiló junto a las otras 21 compañías del Cuerpo de Bomberos de Santiago, por las calles del casco histórico, iniciando en el Cuartel General del CBS hasta llegar al Cementerio General de Santiago, donde se alberga el Mausoleo Institucional, lugar donde nuestros mártires reposan en descanso eterno. En esta ocasión, el Director de la 15ª Compañía “Deutsche Feuewehrkompanie Maximo Humbser”, Álvaro Sainte-Marie Hudson, entregó un sentido homenaje a los mártires del CBS donde, entre otras palabras, mencionó:

“La guerra es muerte, el silencio también, pero la verdadera muerte es el olvido. Nosotros, ¿cómo podríamos olvidar a dos Comandantes, que sacrificaron sus vidas en actos del servicio y que engrosaron ese listado increíble de cuarenta y nueve mártires, que encabeza nuestro legendario Germán Tenderini y Vacca?”.

Por ello , recordamos ese incendio , ocurrido un 15 de diciembre de 1850, en una cigarrera en llamas que terminaría destruyendo por completo la Calle del Cabo en Valparaíso, porqe sería el detonante para que al día siguiente, el Diario El Mercurio hiciera un llamado a la “necesidad de organizar de antemano el trabajo de los incendios”, cosa que se materializó al año siguiente, el 30 de junio de 1851, cuando nació el primer Cuerpo de Bomberos de Chile. 
Luego, un poco más de una década después, el fatídico incendio de la Iglesia de la Compañía, daría también inicio al nacimiento del Cuerpo de Bomberos de Santiago de Chile.

Y, desde hace 160 años, que nosotros, como Octava Compañía de Bomberos de Santiago, formamos parte de la historia de nuestra ciudad, su comunidad y las personas que confían en que al llamado del servicio, estaremos presentes siguiendo los pasos de quienes, antes que nosotros, guiaron con abnegación, el deber de ser Bomberos.
Felicidades a cada uno de los miembros de la gran familia Octavina y por supuesto, un abrazo fraterno y de camaradería para todos y cada uno de los Bomberos y Bomberas de Chile.