Guillermo Villouta Maillard (Q.E.P.D.), Nacido en la comuna de Ancud en la isla de Chiloé el año 1941, ingresa a la Quinta compañía un día 13 de octubre de 1961, con tan solo 20 años, bajo el registro de compañía 808, siendo además integrante del equipo ganador de la competencia Jose Miguel Besoain el año 1966.

En su vida bomberil ocupa diversos cargos en su compañía: Ayudante, Teniente, Maquinista, Consejero de diciplina y Capitán.

En la institución ocupó los cargos de Tercer y Segundo Comandante en diferentes periodos, se hace acreedor al premio “LA LLAVE” en que entrega la Quinta 1992 reconocimiento a sus Voluntarios en circunstancias muy especiales de forma permanente, la cual en 147 años de historia solo la han obtenido 12 integrantes, el en caso del Sr. Villouta se le entrega ostentando la calidad de Comandante. 

Falleciendo un 11 de abril de 2018 a los 76 años, con premio por 55 años de servicio, teniendo 5755 listas sobrantes y dejando su cuerpo al servicio de la ciencia y la medicina.

Como aspectos de su vida personal, contrae matrimonio con Ana Maria Arteaga Marchant, con quien tiene 4 hijos, de los cuales de los cuales, dos son voluntarios de la quinta.

 Lo que caracterizó al Voluntario Villouta durante su vida fue la pasión por la historia, la cual lo lleva a transcribir las actas del directorio desde 1863 hasta 1973, dejando este material a disposición del Directorio.

En el año 2016 nuestro Director, Don Cristian Aracena Avendaño, le propuso un desafío muy ambicioso, el que constaba de su participación todos los días 8 de cada mes y durante un año, en cada cena mensual, transmitiera todos los conocimientos que atesoraba, siendo una manera de interiorizar a las nuevas generaciones octavinas sobre historia del Cuerpo de Bomberos de Santiago y en especial de la Compañía. Desafío aceptado con muy buena disposición y entusiasmo, siendo cumplido a cabalidad. 

Cabe recordar la particularidad e interés por esta tarea, el Sr. Villouta, llegaba con su puntero VERDE y sus narraciones que, bajo un silencio de interés de los voluntarios presentes, para terminar con un prolongado y afectuosos aplausos.

Don Guillermo Villouta será recordado por sus chistes de por medio, la Octava siempre lo recordará como un caballero del fuego simpático, amable, apasionado a el color verde que llevaba en su corazón.