Hoy 20 de marzo, se cumplen 26 años desde el ingreso a la Octava Compañía, de quienes serían las primeras mujeres voluntarias al Cuerpo de Bomberos de Santiago. Dos años después de este hito, la Junta Nacional de Bomberos oficializaría el ingreso de mujeres a la institución en todo el territorio nacional, pero ya 52 años antes, se había conformado en Corral la primera brigada auxiliar femenina.

Es con las postulantes Susan Heimlich Mac-Doo y Vilma Fernández Leal, actual Voluntaria Honoraria y Consejera de Disciplina, con quién se inicia la historia de mujeres en la Octava Compañía, con un personal femenino que se capacita e incorpora en los diferentes ámbitos de trabajo, además del servicio activo como: Ayudantes, Secretarias, Tesoreras y Consejeras de Disciplina de Compañía por un lado y por otro, Ayudantes e Inspectoras de Comandancia, Asesora Académica, junto con instructoras en diversas especialidades que día a día participan en la capacitación del Cuerpo de Bomberos de Santiago, así como para otros Cuerpos de Bomberos del país. Siguiendo esta línea de incorporación de la mujer, en la vida bomberil de la Octava Compañía, fue que luego de 24 años, se elige por primera vez en el mando activo a Macarena Fouilloux Gálvez, para el cargo de Teniente Tercero, siendo re electa para el período del presente año y habiendo llegado a este cargo luego de haber iniciado sus primeros pasos en la Brigada Juvenil, Capitán Luis Bravo Menadier, luego como Voluntaria, siendo electa como Ayudante y participando en la Escuela de Bomberos de Santiago como Inspectora e instructora. Otro dato importante, es que históricamente y de manera sostenida, la Octava ha sido la Compañía con la mayor dotación de mujeres, siendo desplazada solo en los últimos años, aunque siempre se mantiene en los primeros lugares.

Se destaca también que en los últimos años, diferentes movimientos sociales han vuelto a poner con gran fuerza el tema de la participación de la mujer en la sociedad, lo cual ha dado impulso a poner la discusión en las Compañías que no contaban con personal femenino, abriendo puertas que históricamente no habían sido traspasadas para ellas en el servicio activo, junto con un numero explosivo de mujeres que se interesaron en incrementar sus filas, camino que ya en el año 1996 se había iniciado en la Octava, visionando todo el aporte que las mujeres podrían brindar a la Compañía, dando como argumento que no había razones para negar su acceso.

Así, desde esta mirada, podemos decir que el camino ya está sólidamente forjado y que fueron voluntarios octavinos que, mediante la oficialidad de la época, solicitaron el ingreso de mujeres al Cuerpo de Bomberos de Santiago. A través de estos años, hombres y mujeres han aprendido a conformar equipos de trabajo, bajo el ideal que nos convoca, de servir a la comunidad cumpliendo desde todos los roles y profesionalmente nuestra misión institucional y que cada día brinda nuevos espacios para el desarrollo bomberil de sus voluntarias que han sabido ganar con dedicación, estos espacios que habían sido tradicionalmente de hombres.